«El guardián invisible» de Dolores Redondo

Es curioso como todo lo que tiene que ver con este libro se me queda pendiente. Tuve pendiente en su momento leérmelo, pese a las ganas que tenía de hacerlo. Y tras haberlo hecho, por fin, llevo unos meses con su reseña por escribir. Pero tarde o temprano toda deuda tiene que ser saldada así que ahí va lo que a mi personalmente me pareció El guardián invisible de Dolores Redondo.

La novela acompaña a la inspectora Amaia Salazar, una integrante de la policía foral navarra formada en Quantico que se ve al frente de una investigación por asesinato múltiple en los alrededores de su pueblo natal.  Y eso acaba por suponerle más un problema que una ventaja puesto que sus recuerdos del lugar no son precisamente idílicos y su pasado amenaza con dificultar la resolución de un caso macabro, ya de por sí bastante complicado.

Mezclando elementos clásicos de género negro con elementos paranormales que profundizan en el folclore local, tengo que reconocer que Redondo ha logrado un resultando que engancha. La novela se lee de un tirón y creo que, pese a algunos tópicos algo manidos, la inspectora Salazar está bien caracterizada. Su historia personal es complicada y algo retorcida, a ratos resulta inverosímil es cierto, pero la mayor parte del tiempo contribuye a que el lector establezca una conexión con el personaje que le hace ganar mucho a la lectura de la novela.

Otro de los aciertos es la puesta en escena. La geografía baztanesa, con su bosque impenetrable y su paisaje recóndito, refuerza ese componente sobrenatural que pretende aportar al relato un componente de realismo mágico. A mi, personalmente, no terminó de convencerme ese aspecto esotérico y  algunas de las referencias al folclore local se me quedan muy alejadas de la realidad. Creo que el relato pierde verosimilitud por esa parte y no soy precisamente el tipo de lector que rehuye de lo fantástico. Aún así pienso hacerme con la segunda novela y, si finalmente es cierto eso de que la novela se va a llevar al cine, cumpliré religiosamente con el visionado.

Productos mucho menos dignos se hacen por ahí y los aplaudimos entusiasmados…

Imagen: Página oficial de Dolores Redondo

El guardian invisible